Gran entrada en el Miguel Fijones para presenciar su retorno a la Tercera División ante uno de los equipos llamados a estar en la zona alta de la tabla y que sucumbió gracias al tanto de Diego en el descuento de penalti cuando el Decano contaba con sólo 9 jugadores sobre el terreno de juego.
Los cerca de 800 espectadores que se dieron cita en el feudo azulillo gozaron y vibraron con un encuentro en el que el Alhaurino plantó cara en todo momento al conjunto de El Torcal con un planteamiento atrevido y que contentó a la parroquia local gracias a su juego directo.
El primero en avisar fue el Decano, Zalea lanzó un tremendo zapatazo pero su disparo salió fuera por muy poco aunque a reglón seguido llegaría otra ocasión clara para el conjunto azulillo de la mano de Ramírez, muy activo durante el choque que hizo emplearse a fondo al meta visitante Luisma.
Poco a poco empezó a llegar las ocasiones por parte del conjunto visitante y así comenzó el monólogo de lanzamientos de Iván Aguilar que desbarataba una y otra vez su homólogo, el meta local Iván Moreno que con grandes paradas arrancaba el aplauso del público presente dejando su portería a cero en la primera mitad.
Tras el refrigerio y con las buenas sensaciones mostradas por el Decano en el primer acto comenzaría la reanudación con una de las mejores ocasiones del conjunto azulillo y en donde Luisma tuvo que emplearse a fondo y evitar el tanto azulillo sobre la línea de gol tras el testarazo de Ramírez.
El Decano salió con un gran semblante ofensivo y muy convencido que era posible tumbar la defensa verdiblanca con el juego directo, pero a los 10 minutos de la reanudación llegaría el punto de inflexión del encuentro cuando Ramírez es zancadilleado dentro del área visitante y aunque la afición local celebraba la pena máxima, el trencilla señaló todo lo contrario y mostró la segunda amarilla al delantero azulillo que tuvo que abandonar el terreno de juego.
La expulsión no amilanó a los pupilos de Sánchez Frías que siguieron plantando cara con una marcha más al conjunto antequerano que sólo se acercó con tímidas llegadas que apenas inquietaban la portería de Iván Moreno que se mostró muy seguro durante todo el choque.
Aunque el Decano jugaba en inferioridad numérica, la entrada de José apuntaló la defensa y la de Lester que creó un verdadero dolor de cabeza a la defensa antequerana que no podía detener sus acercamientos en solitario hacia la portería visitante espoleado por el mucho público que llenaba las gradas de Miguel Fijones.
Pero aún se le iba a complicar el partido más al Decano cuando a falta de cinco minutos para concluir el tiempo reglamentario, una entrada muy rigurosa fue decretada como expulsión directa a José que dejaba al conjunto azulillo con nueve jugadores sobre el terreno de juego y mucho partido aún por delante.
Ahí fue cuando la afición del Decano sacó el mono de trabajo y se puso a llevar en volandas a los jugadores de Sánchez Frías, que sacaron casta y pundonor neutralizando pese a la inferioridad numérica cualquier atisbo de acercamiento ante la portería de Iván Moreno.
Pero la locura se desató cuando en una jugada desde el centro del campo, Lester roba el balón y tras una gran galopada sin apoyos de compañeros y con el ánimo de la afición azulilla se recorrió hasta el área dejando atrás a todos los defensores antequeranos para que finalmente cuando se disponía a lanzar recibiera una zancadilla que el trencilla no dudó en señalar la pena máxima.
El público, que celebró el penalti como si de un gol se tratase pidió a reglón seguido el silencio absoluto en las gradas para que Diego se concentrara a la hora de lanzar la pena máxima que de fuerte disparo hacia el palo derecho de la portería de Luisma transformaría en el tanto que desataría la locura de las 800 almas presentes en el Miguel Fijones.
El tanto no sentó muy bien a los visitantes, que en la celebración azulilla recibieron la expulsión de Iván Aguilar y del técnico Aybar igualando así un poco más las fuerzas pese a que el tanto azulillo llegó en el minuto 96 de partido y que el respetable exigía al colegiado el final del envite.
Pero aún hubo tiempo para otra ocasión, con el Antequera lanzado a la portería alhaurina con más corazón que cabeza otro robo de balón de Pepe del Río habilitó a Burgos que con un lanzamiento mordido a punto estuvo de conectar con Lester para que hiciera el segundo del encuentro.
Finalmente y tras diez minutos de alargue el trencilla decretó el final del choque desatando el júbilo de la parroquia alhaurina en un partido donde el Decano, pesea a jugar con 9 hombres sobre el terreno de juego, sacó casta y pundonor para doblegar al Antequera CF que llegaba a Alhaurín el Grande con la vitola de ser uno de los llamados a jugar la fase de ascenso a Segunda B.
Con esta inyección de moral, el Decano ya prepara el encuentro del próximo fin de semana en el feudo de la UD San Pedro, una buena piedra de toque para rubricar el verdadero potencial del conjunto azulillo ante un rival que sólo cuenta con un punto en su casillero.
Los cerca de 800 espectadores que se dieron cita en el feudo azulillo gozaron y vibraron con un encuentro en el que el Alhaurino plantó cara en todo momento al conjunto de El Torcal con un planteamiento atrevido y que contentó a la parroquia local gracias a su juego directo.
El primero en avisar fue el Decano, Zalea lanzó un tremendo zapatazo pero su disparo salió fuera por muy poco aunque a reglón seguido llegaría otra ocasión clara para el conjunto azulillo de la mano de Ramírez, muy activo durante el choque que hizo emplearse a fondo al meta visitante Luisma.
Poco a poco empezó a llegar las ocasiones por parte del conjunto visitante y así comenzó el monólogo de lanzamientos de Iván Aguilar que desbarataba una y otra vez su homólogo, el meta local Iván Moreno que con grandes paradas arrancaba el aplauso del público presente dejando su portería a cero en la primera mitad.
Tras el refrigerio y con las buenas sensaciones mostradas por el Decano en el primer acto comenzaría la reanudación con una de las mejores ocasiones del conjunto azulillo y en donde Luisma tuvo que emplearse a fondo y evitar el tanto azulillo sobre la línea de gol tras el testarazo de Ramírez.
El Decano salió con un gran semblante ofensivo y muy convencido que era posible tumbar la defensa verdiblanca con el juego directo, pero a los 10 minutos de la reanudación llegaría el punto de inflexión del encuentro cuando Ramírez es zancadilleado dentro del área visitante y aunque la afición local celebraba la pena máxima, el trencilla señaló todo lo contrario y mostró la segunda amarilla al delantero azulillo que tuvo que abandonar el terreno de juego.
La expulsión no amilanó a los pupilos de Sánchez Frías que siguieron plantando cara con una marcha más al conjunto antequerano que sólo se acercó con tímidas llegadas que apenas inquietaban la portería de Iván Moreno que se mostró muy seguro durante todo el choque.
Aunque el Decano jugaba en inferioridad numérica, la entrada de José apuntaló la defensa y la de Lester que creó un verdadero dolor de cabeza a la defensa antequerana que no podía detener sus acercamientos en solitario hacia la portería visitante espoleado por el mucho público que llenaba las gradas de Miguel Fijones.
Pero aún se le iba a complicar el partido más al Decano cuando a falta de cinco minutos para concluir el tiempo reglamentario, una entrada muy rigurosa fue decretada como expulsión directa a José que dejaba al conjunto azulillo con nueve jugadores sobre el terreno de juego y mucho partido aún por delante.
Ahí fue cuando la afición del Decano sacó el mono de trabajo y se puso a llevar en volandas a los jugadores de Sánchez Frías, que sacaron casta y pundonor neutralizando pese a la inferioridad numérica cualquier atisbo de acercamiento ante la portería de Iván Moreno.
Pero la locura se desató cuando en una jugada desde el centro del campo, Lester roba el balón y tras una gran galopada sin apoyos de compañeros y con el ánimo de la afición azulilla se recorrió hasta el área dejando atrás a todos los defensores antequeranos para que finalmente cuando se disponía a lanzar recibiera una zancadilla que el trencilla no dudó en señalar la pena máxima.
El público, que celebró el penalti como si de un gol se tratase pidió a reglón seguido el silencio absoluto en las gradas para que Diego se concentrara a la hora de lanzar la pena máxima que de fuerte disparo hacia el palo derecho de la portería de Luisma transformaría en el tanto que desataría la locura de las 800 almas presentes en el Miguel Fijones.
El tanto no sentó muy bien a los visitantes, que en la celebración azulilla recibieron la expulsión de Iván Aguilar y del técnico Aybar igualando así un poco más las fuerzas pese a que el tanto azulillo llegó en el minuto 96 de partido y que el respetable exigía al colegiado el final del envite.
Pero aún hubo tiempo para otra ocasión, con el Antequera lanzado a la portería alhaurina con más corazón que cabeza otro robo de balón de Pepe del Río habilitó a Burgos que con un lanzamiento mordido a punto estuvo de conectar con Lester para que hiciera el segundo del encuentro.
Finalmente y tras diez minutos de alargue el trencilla decretó el final del choque desatando el júbilo de la parroquia alhaurina en un partido donde el Decano, pesea a jugar con 9 hombres sobre el terreno de juego, sacó casta y pundonor para doblegar al Antequera CF que llegaba a Alhaurín el Grande con la vitola de ser uno de los llamados a jugar la fase de ascenso a Segunda B.
Con esta inyección de moral, el Decano ya prepara el encuentro del próximo fin de semana en el feudo de la UD San Pedro, una buena piedra de toque para rubricar el verdadero potencial del conjunto azulillo ante un rival que sólo cuenta con un punto en su casillero.