Ante los tiempos de incertidumbre que corren, hoy recordamos la figura de Don Juan Plaza González “Juan el Morao”, una persona tenaz, visionario y hombre de club que pasó por casi todos los puestos dentro del organigrama del Decano y que gracias a su propuesta ante una injusticia sufrida y resaltada por todos los medios de comunicación nacionales creó un precedente para que se modificara el Reglamento General en base a la forma de producirse los descensos en la Tercera División.
Corría la temporada 1985/86 cuando el CD Alhaurino cumplía su quinta temporada consecutiva en su segundo ciclo en Tercera División cuando a falta de dos jornadas para el final de la competición se iba a dilucidar los puestos que finalmente acabarían siendo de descenso.
El 11 de Mayo de 1986 el Decano se la jugaba en el estadio de La Fuensanta ante el desaparecido Atlético de Coín un derbi donde los dos equipos jugaban sus últimas cartas en busca de la ansiada permanencia y en donde a los dos conjuntos del Valle del Guadalhorce les acechaba la espada de Damocles sobre sus espaldas.
Muchos fueron los aficionados del Decano que se desplazaron hasta la vecina localidad y pese a que el conjunto azulillo gozó de innumerables ocasiones para ponerse por delante en el marcador, cuando el empate a cero inicial parecía lo más justo para ambos equipos una jugada a la contra en el último suspiro le daría al conjunto rojiblanco el 1 – 0 que prácticamente lo salvaba de categoría y condenaba a los de Alhaurín el Grande a jugársela en la última jornada ante el CD Iliturgi en el Miguel Fijones.
Al Alhaurino sólo le valía la victoria ya que el conjunto jienense, que lo precedía en la tabla clasificatoria estaba a tan sólo un punto de los alhaurinos, por lo que el partido fue tratada como una gran final donde la afición local cumplió, y no dejó en ningún momento de animar para llevar a su equipo en volandas en busca de la ansiada permanencia.
Y así fue, en un partido intenso donde el conjunto de Andújar vendió cara su derrota, el CD Alhaurino consiguió doblegar con mucho esfuerzo y trabajo por 2 – 1 a los jienenses, lo que significaría la permanencia una temporada más en Tercera División al ostentar el puesto 17 de la tabla clasificatoria.
Pero el reglamento creado en 1977 con la entrada en escena de la Segunda División B dejaba muy claro que si se producía algún descenso de Segunda B, a los ya estipulados puestos 18, 19 y 20 de descenso se sumarían los puestos inmediatamente anteriores al puesto 18 que hiciese falta para regularizar el grupo en 20 ya que no existía la posibilidad de ampliarlo.
Precisamente la temporada anterior se dio el caso de que pese a que el Atlético Benamiel (puesto 17) y UD San Pedro (puesto 16) consiguieron permanencia en los terrenos de juego se vieron abocados a perder la categoría tras producirse el descenso de CD Antequerano y Atlético Marbella de Segunda División B, quedando así el grupo regularizado en 20.
La temporada no fue nada halagüeña al Real Jaén que finalmente ocupó plaza de descenso en Segunda División B por lo que el CD Alhaurino (puesto 17) se convertiría automáticamente en descenso pese a haber conseguido la permanencia en los terrenos de juego, pero los de Alhaurín el Grande aún mantenían la esperanza ya que cernía sobre el Real Jaén el descenso a regional tras varias denuncias por deudas contraídas con sus jugadores y que ya reclamadas por la AFE.
La noticia saltó el miércoles 30 de Julio de 1986 donde tras más de 12 horas de reunión y agrias discusiones entre la Liga Profesional y la Asociación de Futbolistas Españoles se emitió una nota pública por la Comisión Mixta que decía: “Una vez examinados todos y cada uno de los expedientes sobre reclamación de cantidades, y sin prejuzgar que las cantidades no reconocidas por las mismas no sean procedentes y a la vista de que los clubes Alavés, Algeciras, Calvo Sotelo, Real Jaén, Lorca y Palencia no han satisfecho, o suficientemente garantizado las cantidades reclamadas, la Comisión Mixta acuerda declararlos descendidos de categoría por impagos de cantidades adeudadas a sus jugadores”.
Tras aquella nota pública, la Real Federación Española de Fútbol se puso en contacto con el CD Alhaurino para informarle que la plaza que en un principio era de permanencia (puesto 17), volvía a serlo tras el descenso administrativo sufrido por el Real Jaén a Regional Preferente tras no satisfacer en el plazo establecido la deuda con la AFE pese al intento de mediación de las autoridades jienenses por los 17 millones de pesetas que adeudaban.
El Alhaurino con la confirmación por parte de la Federación Española comenzó a planificar de nuevo su temporada en Tercera División, la que sería la sexta consecutiva y que quedaría de nuevo refrendada con la publicación por parte del ente federativo del calendario definitivo el día 6 de agosto de 1986 y en el que aparecía encuadrado el Decano en el Grupo IX.
Pero la noticia saltaría dos semanas después, el 18 de Agosto el Calvo Sotelo, Lorca y Real Jaén presentan ante la AFE un escrito en el que la culpan de su descenso por impago y en el que agradecían públicamente la decisión de la LFP de apoyarles en sus pretensiones, solicitando al Comité de Competición de la RFEF que intervenieran antes de presentar una demanda ante los tribunales de justicia.
La bomba informativa y que revolucionó la prensa deportiva de la época llegaría el 21 de agosto a falta de una semana del inicio de la competición en Tercera División, cuando bajo titulares como “¡Perdón para los Morosos!” el Comité Ejecutivo de la RFEF decidió en una reunión extraordinaria en el Hotel Princesa Sofía de Barcelona anular los descensos de Lorca y Calvo Sotelo, y se le concedió sin precedentes en la historia del fútbol español un plazo de 24 horas para que el Real Jaén pudiese completar la documentación de su recurso pese a estar 23 días fuera de plazo.
Dicha resolución provocó un autentico tsunami en la AFE que acto seguido envió un comunicado en el que como medida de fuerza procederían a iniciar una huelga de futbolistas en la primera jornada de liga apenas una semana del inicio de la competición, criticando así la decisión de la LFP y el ente federativo de revocar los descensos, por lo que rompió también su relación con la Comisión Mixta.
La noticia afectó de lleno no sólo al CD Alhaurino, que a falta de una semana de iniciar la primera jornada en Tercera División en el Estadio Municipal ante el Atlético de Marbella y del que incluso estaba programado el inicio del encuentro a las 18 horas del domingo, sino que al igual que el Decano, el Móstoles y la Olímpica de Totana se verían perjudicados de igual manera por la incomprensible decisión.
Ahí es cuando entra en juego “Juan el Morao”, siempre en segundo plano, fuera de todo foco mediático y siempre detrás del presidente del club de por entonces, Don Juan García Rueda redactaron un escrito ante el Comité de Competición de la RFEF basandose en la posibilidad de ampliar los grupos en Tercera División a 22 para que no ocurriera circunstancias como la que acontecía y para evitar injustos descensos cuando ya se tienen planificadas las pretemporadas dando así la posibilidad de regularizar el grupo al año inmediatamente siguiente y en el que se puedan hacer las pertinentes previsiones.
Dicho escrito, se basó en 22 clubes ya que por entonces tan sólo eran dos los equipos que podrían optar a subir a Segunda División B y fue inmediatamente apoyado por el Móstoles y la Olímpica de Totana que se personaron en sendas concentraciones ante el ente federativo para reclamar la injusticia que se estaba cometiendo con los intereses de los tres clubes tras previamente haber recibido la invitación de participar en la competición por la misma RFEF.
Juan el Morao, incansable en su acometido y buscando justicia por el club consiguió audiencia no sólo con el Ministro de Cultura y Deportes, por entonces entonces Javier Solana, sino tambíen solicitó la mediación del propio presidente del gobierno Felipe González ante el revuelo mediático que se había producido ante dicha injusticia.
Y lo consiguió, fue el propio Javier Solana quien recibió dicho escrito presentado por los presidentes del CD Alhaurino (Juan García), CD Móstoles (Gregorio Aviño) y Olímpica de Totana (Francisco Martínez) y afirmó a la prensa que su mediación poco podía valer ante la RFEF ya que era un ente con derecho privado pero si se comprometía mediar con el Comité Superior del Deporte para buscar una solución al desamparo que se veían abocados estos tres conjuntos.
El martes previo al inicio de la competición, los tres clubes fueron recibidos en el Comité Superior del Deporte ante la dirección general deportiva dirigida por Daniel Romero que se puso en contacto con la RFEF para que aceptara la propuesta de ampliar el grupo como forma excepcional ante tal circunstancia y el cual instó a los tres clubes a ponerse en manos del Comité Superior de Disciplina Deportiva para que se les diera una solución antes del inicio de la competicion.
Finalmente y pese a los intentos de los tres clubes por salir a competir en la Tercera División a cuatro días del inicio de la primera jornada, el CSDD condenó a la RFEF a indemnizar por vía judicial a los tres clubes por los daños y perjuicios sufridos tras el descenso de categoría a falta de una semana de competición y a reconsiderar el escrito presentado por el CD Alhaurino en la Asamblea que se debería de celebrar en el mes de diciembre en Madrid.
Tras celebrarse dicha Asamblea, la RFEF reconoció su error incluyendo para la siguiente temporada la figura de los “grupos supernumerarios” tal y como propuso en sus alegaciones “Juan el Morao” y a partir de entonces los equipos clasificados en los puestos 18, 19 y 20 seguirían siendo descenso de categoría, pero en caso de que se produjese algún descenso de Segunda División B habría un margen de dos equipos que podrían salvar la categoría esa misma temporada ya que se procedería a su regularización en la temporada inmediatamente siguiente a la que se produjo tales descensos.
Juan Plaza González falleció en la tarde del Jueves Santo de 2005 tras ver ganar el domingo anterior al CD Alhaurino en el Estadio de Los Cármenes ante el Granada CF 1 – 2, y tras conocer tan sólo dos días antes de su deceso que el Comité de Competición daba los tres puntos de su recurso ante el Rusadir CF por alineación indebida y que finalizó con empate a cero significando así que al final de la temporada el Decano quedase clasificado por primera vez en su historia para jugar la Fase de Ascenso a Segunda División B.
Corría la temporada 1985/86 cuando el CD Alhaurino cumplía su quinta temporada consecutiva en su segundo ciclo en Tercera División cuando a falta de dos jornadas para el final de la competición se iba a dilucidar los puestos que finalmente acabarían siendo de descenso.
El 11 de Mayo de 1986 el Decano se la jugaba en el estadio de La Fuensanta ante el desaparecido Atlético de Coín un derbi donde los dos equipos jugaban sus últimas cartas en busca de la ansiada permanencia y en donde a los dos conjuntos del Valle del Guadalhorce les acechaba la espada de Damocles sobre sus espaldas.
Muchos fueron los aficionados del Decano que se desplazaron hasta la vecina localidad y pese a que el conjunto azulillo gozó de innumerables ocasiones para ponerse por delante en el marcador, cuando el empate a cero inicial parecía lo más justo para ambos equipos una jugada a la contra en el último suspiro le daría al conjunto rojiblanco el 1 – 0 que prácticamente lo salvaba de categoría y condenaba a los de Alhaurín el Grande a jugársela en la última jornada ante el CD Iliturgi en el Miguel Fijones.
Al Alhaurino sólo le valía la victoria ya que el conjunto jienense, que lo precedía en la tabla clasificatoria estaba a tan sólo un punto de los alhaurinos, por lo que el partido fue tratada como una gran final donde la afición local cumplió, y no dejó en ningún momento de animar para llevar a su equipo en volandas en busca de la ansiada permanencia.
Y así fue, en un partido intenso donde el conjunto de Andújar vendió cara su derrota, el CD Alhaurino consiguió doblegar con mucho esfuerzo y trabajo por 2 – 1 a los jienenses, lo que significaría la permanencia una temporada más en Tercera División al ostentar el puesto 17 de la tabla clasificatoria.
Pero el reglamento creado en 1977 con la entrada en escena de la Segunda División B dejaba muy claro que si se producía algún descenso de Segunda B, a los ya estipulados puestos 18, 19 y 20 de descenso se sumarían los puestos inmediatamente anteriores al puesto 18 que hiciese falta para regularizar el grupo en 20 ya que no existía la posibilidad de ampliarlo.
Precisamente la temporada anterior se dio el caso de que pese a que el Atlético Benamiel (puesto 17) y UD San Pedro (puesto 16) consiguieron permanencia en los terrenos de juego se vieron abocados a perder la categoría tras producirse el descenso de CD Antequerano y Atlético Marbella de Segunda División B, quedando así el grupo regularizado en 20.
La temporada no fue nada halagüeña al Real Jaén que finalmente ocupó plaza de descenso en Segunda División B por lo que el CD Alhaurino (puesto 17) se convertiría automáticamente en descenso pese a haber conseguido la permanencia en los terrenos de juego, pero los de Alhaurín el Grande aún mantenían la esperanza ya que cernía sobre el Real Jaén el descenso a regional tras varias denuncias por deudas contraídas con sus jugadores y que ya reclamadas por la AFE.
La noticia saltó el miércoles 30 de Julio de 1986 donde tras más de 12 horas de reunión y agrias discusiones entre la Liga Profesional y la Asociación de Futbolistas Españoles se emitió una nota pública por la Comisión Mixta que decía: “Una vez examinados todos y cada uno de los expedientes sobre reclamación de cantidades, y sin prejuzgar que las cantidades no reconocidas por las mismas no sean procedentes y a la vista de que los clubes Alavés, Algeciras, Calvo Sotelo, Real Jaén, Lorca y Palencia no han satisfecho, o suficientemente garantizado las cantidades reclamadas, la Comisión Mixta acuerda declararlos descendidos de categoría por impagos de cantidades adeudadas a sus jugadores”.
Tras aquella nota pública, la Real Federación Española de Fútbol se puso en contacto con el CD Alhaurino para informarle que la plaza que en un principio era de permanencia (puesto 17), volvía a serlo tras el descenso administrativo sufrido por el Real Jaén a Regional Preferente tras no satisfacer en el plazo establecido la deuda con la AFE pese al intento de mediación de las autoridades jienenses por los 17 millones de pesetas que adeudaban.
El Alhaurino con la confirmación por parte de la Federación Española comenzó a planificar de nuevo su temporada en Tercera División, la que sería la sexta consecutiva y que quedaría de nuevo refrendada con la publicación por parte del ente federativo del calendario definitivo el día 6 de agosto de 1986 y en el que aparecía encuadrado el Decano en el Grupo IX.
Pero la noticia saltaría dos semanas después, el 18 de Agosto el Calvo Sotelo, Lorca y Real Jaén presentan ante la AFE un escrito en el que la culpan de su descenso por impago y en el que agradecían públicamente la decisión de la LFP de apoyarles en sus pretensiones, solicitando al Comité de Competición de la RFEF que intervenieran antes de presentar una demanda ante los tribunales de justicia.
La bomba informativa y que revolucionó la prensa deportiva de la época llegaría el 21 de agosto a falta de una semana del inicio de la competición en Tercera División, cuando bajo titulares como “¡Perdón para los Morosos!” el Comité Ejecutivo de la RFEF decidió en una reunión extraordinaria en el Hotel Princesa Sofía de Barcelona anular los descensos de Lorca y Calvo Sotelo, y se le concedió sin precedentes en la historia del fútbol español un plazo de 24 horas para que el Real Jaén pudiese completar la documentación de su recurso pese a estar 23 días fuera de plazo.
Dicha resolución provocó un autentico tsunami en la AFE que acto seguido envió un comunicado en el que como medida de fuerza procederían a iniciar una huelga de futbolistas en la primera jornada de liga apenas una semana del inicio de la competición, criticando así la decisión de la LFP y el ente federativo de revocar los descensos, por lo que rompió también su relación con la Comisión Mixta.
La noticia afectó de lleno no sólo al CD Alhaurino, que a falta de una semana de iniciar la primera jornada en Tercera División en el Estadio Municipal ante el Atlético de Marbella y del que incluso estaba programado el inicio del encuentro a las 18 horas del domingo, sino que al igual que el Decano, el Móstoles y la Olímpica de Totana se verían perjudicados de igual manera por la incomprensible decisión.
Ahí es cuando entra en juego “Juan el Morao”, siempre en segundo plano, fuera de todo foco mediático y siempre detrás del presidente del club de por entonces, Don Juan García Rueda redactaron un escrito ante el Comité de Competición de la RFEF basandose en la posibilidad de ampliar los grupos en Tercera División a 22 para que no ocurriera circunstancias como la que acontecía y para evitar injustos descensos cuando ya se tienen planificadas las pretemporadas dando así la posibilidad de regularizar el grupo al año inmediatamente siguiente y en el que se puedan hacer las pertinentes previsiones.
Dicho escrito, se basó en 22 clubes ya que por entonces tan sólo eran dos los equipos que podrían optar a subir a Segunda División B y fue inmediatamente apoyado por el Móstoles y la Olímpica de Totana que se personaron en sendas concentraciones ante el ente federativo para reclamar la injusticia que se estaba cometiendo con los intereses de los tres clubes tras previamente haber recibido la invitación de participar en la competición por la misma RFEF.
Juan el Morao, incansable en su acometido y buscando justicia por el club consiguió audiencia no sólo con el Ministro de Cultura y Deportes, por entonces entonces Javier Solana, sino tambíen solicitó la mediación del propio presidente del gobierno Felipe González ante el revuelo mediático que se había producido ante dicha injusticia.
Y lo consiguió, fue el propio Javier Solana quien recibió dicho escrito presentado por los presidentes del CD Alhaurino (Juan García), CD Móstoles (Gregorio Aviño) y Olímpica de Totana (Francisco Martínez) y afirmó a la prensa que su mediación poco podía valer ante la RFEF ya que era un ente con derecho privado pero si se comprometía mediar con el Comité Superior del Deporte para buscar una solución al desamparo que se veían abocados estos tres conjuntos.
El martes previo al inicio de la competición, los tres clubes fueron recibidos en el Comité Superior del Deporte ante la dirección general deportiva dirigida por Daniel Romero que se puso en contacto con la RFEF para que aceptara la propuesta de ampliar el grupo como forma excepcional ante tal circunstancia y el cual instó a los tres clubes a ponerse en manos del Comité Superior de Disciplina Deportiva para que se les diera una solución antes del inicio de la competicion.
Finalmente y pese a los intentos de los tres clubes por salir a competir en la Tercera División a cuatro días del inicio de la primera jornada, el CSDD condenó a la RFEF a indemnizar por vía judicial a los tres clubes por los daños y perjuicios sufridos tras el descenso de categoría a falta de una semana de competición y a reconsiderar el escrito presentado por el CD Alhaurino en la Asamblea que se debería de celebrar en el mes de diciembre en Madrid.
Tras celebrarse dicha Asamblea, la RFEF reconoció su error incluyendo para la siguiente temporada la figura de los “grupos supernumerarios” tal y como propuso en sus alegaciones “Juan el Morao” y a partir de entonces los equipos clasificados en los puestos 18, 19 y 20 seguirían siendo descenso de categoría, pero en caso de que se produjese algún descenso de Segunda División B habría un margen de dos equipos que podrían salvar la categoría esa misma temporada ya que se procedería a su regularización en la temporada inmediatamente siguiente a la que se produjo tales descensos.
Juan Plaza González falleció en la tarde del Jueves Santo de 2005 tras ver ganar el domingo anterior al CD Alhaurino en el Estadio de Los Cármenes ante el Granada CF 1 – 2, y tras conocer tan sólo dos días antes de su deceso que el Comité de Competición daba los tres puntos de su recurso ante el Rusadir CF por alineación indebida y que finalizó con empate a cero significando así que al final de la temporada el Decano quedase clasificado por primera vez en su historia para jugar la Fase de Ascenso a Segunda División B.