Por segunda vez consecutiva el Alhaurino deja escapar una renta a favor de dos goles ante un rival directo en un partido en el que los azulillos supieron reponerse al tanto inicial visitante con tres zarpazos pero que de nuevo un penalti muy discutido por el respetable acabó descentrando al equipo dejando escapar dos puntos de oro.
El partido comenzó de la peor manera posible cuando aún el público estaba tomando asiento en el Miguel Fijones, saque inicial de los malacitanos balón colgado al área decana y Portillo toca lo justo para que el balón se cuele en la portería de Sandro.
Se las prometían muy felices los visitantes tras adelantarse en el marcador en la primera jugada pero el Decano tuvo que sacar casta y pundonor para conseguir sobreponerse al tanto inicial llevados en volandas por el debutante Víctor Rueda que dio mucha rapidez en la zona ofensiva azulilla.
Fue el propio Víctor Rueda que en una jugada rápida a la contra por la banda derecha se mete hasta la esquina del área para dar un pase que toca lo justo Adri Ferrete para que se cuele en su propia portería cuando se cumplian los diez minutos de juego.
Con las tablas en el marcador el Decano desbordó en todas las facetas al conjunto verdinegro y cuando mejor lo estaba haciendo los azulillos una jugada por banda izquierda de Burgos acierta a colgar un pase medido al corazón del área para que Fran Acedo suspendido en el aire y de cabeza le diera la vuelta al marcador.
Pero el Alhaurino no se contentó con el resultado y quiso buscar el gol de la tranquilidad que llegaría sólo tres minutos después cuando se cumplia la media hora de juego cuando un saque de esquina ejecutado por el propio Burgos muy pasado que Triki mata con el pecho para fusilar por tercera vez al meta Chei.
Pero el tercer tanto azulillo le dio demasiada tranquilidad a los locales y lo aprovechó el Malaka para acercarse hacia la portería de Sandro donde un muy discutido penalti sobre Óscar que sólo vio el trencilla fue aprovechado por los visitantes para acortar distancias en el marcador.
A partir de ahí aparecieron todos los fantasmas sobre el Miguel Fijones que recordaban al partido ante el Estudiantes de Almería tras sufrir la pena máxima, los malacitanos olieron la sangre y se fueron arriba en busca del gol que pusiera las tablas en el marcador.
Y este llegó pese a que la defensa abortó varios acercamientos con peligro de los visitantes pero fue Adri Ruiz que de fuerte zapatazo desde casi el centro del campo quien puso el empate en el marcador tras ver adelantado al meta Sandro que no pudo hacer nada para despejar el esférico.
Con el empate y a falta de ocho minutos para acabar la primera mitad incluso el Malaka tuvo oportunidad de darle la vuelta al marcador pero finalmente los azules supieron aguantar el resultado hasta el final del primer acto muy loco y cargado de goles.
Ya en la segunda parte el partido fue totalmente diferente, el partido entró en una dinámica antifutbol con mucho balón en el centro del campo y muy pocas ocasiones de gol por ambos conjuntos que parecían que se conformaban con lo visto en la primera mitad.
Aún así, el Decano dispuso de sus ocasiones para dejar los tres puntos en casa, e incluso Raúl Sánchez dispuso de la mejor ocasión de la reanudación cuando el partido tocaba ya a su fin pero el marcador finalmente no se movió y volvió a repetirse el resultado de hace dos años ante el mismo rival y el de hace dos semanas ante el Estudiantes de Almería.
En definitiva, el Decano con mucha pólvora arriba no es capaz de mantener las rentas obtenidas y sigue recibiendo los mismos goles que recibe, datos negativos si se quiere seguir optando por lograr conseguir una de las plazas de ascenso a la Tercera División.
El partido comenzó de la peor manera posible cuando aún el público estaba tomando asiento en el Miguel Fijones, saque inicial de los malacitanos balón colgado al área decana y Portillo toca lo justo para que el balón se cuele en la portería de Sandro.
Se las prometían muy felices los visitantes tras adelantarse en el marcador en la primera jugada pero el Decano tuvo que sacar casta y pundonor para conseguir sobreponerse al tanto inicial llevados en volandas por el debutante Víctor Rueda que dio mucha rapidez en la zona ofensiva azulilla.
Fue el propio Víctor Rueda que en una jugada rápida a la contra por la banda derecha se mete hasta la esquina del área para dar un pase que toca lo justo Adri Ferrete para que se cuele en su propia portería cuando se cumplian los diez minutos de juego.
Con las tablas en el marcador el Decano desbordó en todas las facetas al conjunto verdinegro y cuando mejor lo estaba haciendo los azulillos una jugada por banda izquierda de Burgos acierta a colgar un pase medido al corazón del área para que Fran Acedo suspendido en el aire y de cabeza le diera la vuelta al marcador.
Pero el Alhaurino no se contentó con el resultado y quiso buscar el gol de la tranquilidad que llegaría sólo tres minutos después cuando se cumplia la media hora de juego cuando un saque de esquina ejecutado por el propio Burgos muy pasado que Triki mata con el pecho para fusilar por tercera vez al meta Chei.
Pero el tercer tanto azulillo le dio demasiada tranquilidad a los locales y lo aprovechó el Malaka para acercarse hacia la portería de Sandro donde un muy discutido penalti sobre Óscar que sólo vio el trencilla fue aprovechado por los visitantes para acortar distancias en el marcador.
A partir de ahí aparecieron todos los fantasmas sobre el Miguel Fijones que recordaban al partido ante el Estudiantes de Almería tras sufrir la pena máxima, los malacitanos olieron la sangre y se fueron arriba en busca del gol que pusiera las tablas en el marcador.
Y este llegó pese a que la defensa abortó varios acercamientos con peligro de los visitantes pero fue Adri Ruiz que de fuerte zapatazo desde casi el centro del campo quien puso el empate en el marcador tras ver adelantado al meta Sandro que no pudo hacer nada para despejar el esférico.
Con el empate y a falta de ocho minutos para acabar la primera mitad incluso el Malaka tuvo oportunidad de darle la vuelta al marcador pero finalmente los azules supieron aguantar el resultado hasta el final del primer acto muy loco y cargado de goles.
Ya en la segunda parte el partido fue totalmente diferente, el partido entró en una dinámica antifutbol con mucho balón en el centro del campo y muy pocas ocasiones de gol por ambos conjuntos que parecían que se conformaban con lo visto en la primera mitad.
Aún así, el Decano dispuso de sus ocasiones para dejar los tres puntos en casa, e incluso Raúl Sánchez dispuso de la mejor ocasión de la reanudación cuando el partido tocaba ya a su fin pero el marcador finalmente no se movió y volvió a repetirse el resultado de hace dos años ante el mismo rival y el de hace dos semanas ante el Estudiantes de Almería.
En definitiva, el Decano con mucha pólvora arriba no es capaz de mantener las rentas obtenidas y sigue recibiendo los mismos goles que recibe, datos negativos si se quiere seguir optando por lograr conseguir una de las plazas de ascenso a la Tercera División.